El propietario de la instalación solar fotovoltaica en un edificio residencial es la misma comunidad de vecinos que utiliza típicamente la azotea de propiedad compartida para la instalación de las placas fotovoltaicas.

La instalación la pueden aprovechar aquellos vecinos que quieran participar en el proyecto de forma individual para su propia factura de la luz y, opcionalmente, para los servicios comunes del edificio (ascensor, luces de la escalera, etc.).

Cualquier vecino y vecina puede participar o abandonar el proyecto durante la vida útil de la instalación. Tenemos prevista la manera legal para agilizar el trámite y no tener que realizar posteriormente juntas de vecinos.

El proyecto solar compartido se aprueba por mayoría simple, no siendo necesarias mayorías cualificadas.

No es necesario realizar ninguna inversión por parte de los propietarios dado que damos la oportunidad de financiación. Además, con el ahorro en la factura de la luz, la instalación se amortiza en pocos años.

Se pueden obtener las subvenciones de IBI municipales*, deducciones de IRPF estatal según el RD Ley 19/2021 y los Fondos Next Generation. Algunas subvenciones pueden aplicarse incluso a los vecinos disidentes (aquellos que participan solo a nivel comunitario).

*En algunos municipios se exige utilizar un porcentaje de la instalación para el consumo eléctrico de zonas compartidas para obtener la bonificación del IBI de todos los vecinos.

Los vecinos que participan aumentan su coeficiente y gastos comunitarios proporcionalmente a la participación sobre la instalación, que quedarán absorbidos por el ahorro en la factura de la luz. La comunidad paga su parte proporcional con el propio ahorro conseguido.